lunes, 5 de octubre de 2009

Los colombianos somos los judíos del siglo XXI

Artículo original en: http://www.elpais.com.co/blogs/principal/blog1.php?b=24&n=175

En este Blog "Retratosmagar" no solo se expone la descripción figurativa de alguien sino que también es un canal que sirve para describir sucesos que definen identidades.

Juan Carlos Bejarano premonitoriamente escribió este artículo hace dos años y ahora toma relevancia porque hace apenas unos dias el presidente Chávez y por motivos diferentes a los expuestos por Juan Carlos expresó que nosotros los colombianos somos los judíos de América.

Aunque en el título se encuentra el enlace para ver las 120 opiniones sobre el artículo original, hago la copia con los datos biográficos de Juan Carlos Bejarano. Recomiendo ver las 120 opiniones.

"Me dicen Bejarano, Mi Mamá me llama Juan Carlos, tengo 38 años. Nací y crecí en Palmira. A los 24 años, cansado de tocar puertas que no se abrieron, salí de Colombia. Sin “cinco” en el bolsillo llegué a Londres donde después de trabajar unos meses como mesero y portero, logré vincularme a una productora de televisión. Este inestable pero apasionante oficio lo obliga a uno a trabajar muy duro para vivir decentemente. Soy corresponsal en el Reino Unido de Radio Francia Internacional, El País-Cali y el Canal RCN, además trabajo como productor independiente de programas para canales de televisión en Europa."

¡Saludos a todos!
Primero quiero comenzar con una pequeña definición de la palabra Diáspora (griego: διασπορά [diasporá], es la dispersión de grupos étnicos o religiosos que han abandonado su lugar de procedencia originario y que se encuentran repartidos por el mundo viviendo entre gente que no son de su condición. Tradicionalmente se ha empleado el término para referirse al exilio judío fuera de la Tierra de Israel (Definición de Wikipedia, una herramienta bastante útil y aunque no siempre exacta, tiene, aunque no lo crean, igual o hasta menor numero de errores que la encopetada Enciclopedia Británica…).

He querido comenzar este blog con la definición de la palabra diáspora porque normalmente se usa para hablar exclusivamente del exilio judío, aunque como ven se puede usar para hablar de la migración de diferentes grupos étnicos.

He bautizado este blog “Ecos de la diáspora colombiana en Europa” a raíz de un comentario que me hizo alguna vez una amiga judía, nacida en Londres y cuyos abuelos llegaron al Reino Unido huyendo del sanguinario Hitler. Ella, que se la pasaba viajando por el mundo, me dijo que había visto tantos colombianos regados por el mundo que para ella, nosotros éramos los judíos del siglo XXI. Me pareció una exageración, pero luego con un poco de reflexión comencé a darle la razón. Yo también he visto miles de colombianos en lugares tan lejanos y despoblados como el círculo polar ártico o la caliente Extremadura.

El gobierno colombiano siempre ha sostenido que hay unos 4 millones de colombianos en el exterior. Yo la verdad creo que pasamos de los 6 millones. No tengo evidencia para probarlo mas que las simples anécdotas de lo que he visto en mis viajes de trabajo por Europa.

Comienzo por casa, en donde creo que debe haber más de 250 mil colombianos. En un solo evento llamado el Carnaval del Pueblo, organizado anualmente por el palmireño Mario Tasama se puede ver a unos 50 mil colombianos, de un total de cien mil latinos que asisten al mismo para disfrutar de la cultura y comida de nuestro continente. Estos 50 mil colombianos no son todos los compatriotas que viven en Londres, el número toca multiplicarlo por 5 o 6.

En España uno puede ir al sitio más recóndito o lejano y se encuentra a un colombiano. Una vez pasé por un caliente pueblo de Extremadura del cual no recuerdo su nombre y entre los 100 habitantes que aun no lo han abandonado o no se han muerto me encontré con un colombiano administrando la única cafetería del pueblo. De sur a norte, de oriente a occidente, en la península ibérica o en sus islas, hay colombianos por todo lado. La mayoría trabajando honestamente, otros…

En un pequeño pueblo de Amberes (Bélgica) de no más de 200 habitantes, me tropecé con dos colombianos que trabajaban en la única panadería del pueblo. La misma historia se repitió en villages de Lieja y Namur.

Una experiencia sorprendente me ocurrió en Kiruna (Suecia), un pueblo a pocos kilómetros del círculo polar ártico. Este municipio es en extensión el segundo más grande del mundo y es sin duda un pueblo hermoso, extremadamente frió con largas noches polares y oscuras. Y ahí donde comienza el mundo y en donde se pasean los osos, los renos y hasta Papá Noel hallé a 100 compatriotas con quienes pasé unas inolvidables fiestas de navidad y año nuevo. Días después baje unos cuantos kilómetros mas hasta llegar a Skelleftea y allí me encontré con otros 100 colombianos. La misma situación se repitió en mi viaje de norte a sur hasta llegar a la capital sueca, Estocolmo, en donde los colombianos se encuentran en miles.

En resumen en los cinco continentes (o siete continentes, depende de que le enseñaron en el colegio) hay colombianos en exilio voluntario o forzoso. Vamos por el mundo huyendo de las balas de plomo o de las balas de hambre. No hay día en que no pensemos en nuestra tierra, y nos embargue una pequeña (o inmensa) dosis de nostalgia por esos días maravillosos que vivimos en nuestra infancia o adolescencia cuando aun no eran muchos los que se veían obligados a emigrar.
Los fines de semana nos dedicamos a apaciguar la nostalgia preparando comida colombiana o escuchando nuestra música. Y con nuestro arduo trabajo ayudamos o sustentamos totalmente a nuestras familias. Es mas, opino que por lo menos la mitad de los que se quedaron en Colombia viven gracias a las remesas que enviamos los inmigrantes. Hagan una sencilla operación; si somos 4 o 5 o 6 millones de colombianos en el extranjero y si con los giritos que enviamos viven por lo menos 4 o 5 personas por hogar, quiere decir que a lo mínimo unos 20 millones de colombianos viven gracias al trabajo de los que nos encontramos en el exterior (a lo mejor exagero, pero no creo).

Pienso que una de las razones por las cuales Colombia no se ha acabado como país, a pesar de todo el dinero que se roban los politiqueros y funcionarios corruptos, y los sanguinarios asesinos de los paras y los grupos guerrilleros, es por que los que vivimos en el exterior no abandonamos a nuestras familias y les permitimos vivir dignamente. Sino fuera por estos 4 o 5 o 6 millones de compatriotas estoy seguro que el caos y la pobreza serían incontrolables.

Así que desde este blog y desde la diáspora colombiana en Europa pretendo contarles las historias, algunas tristes y otras felices, de colombianos en el exterior. Hablare de nuestras actividades y de todo lo que hacemos en bien del país. Invito a quienes también hacen parte de esta diáspora a escribir comentarios o enviarme sus críticas o aportes a mi e mail: jcbejarano@yahoo.com
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